Esta vez en Barranquilla.
Todo parece indicar que una pareja gay de adolescentes se quitó la vida porque sus familias no consentían su relación:
Como en una historia de William Shakespeare, solo que ahora trasladada a la realidad violenta de Barranquilla, anoche los primos segundos Luis Carlos Castro Daniels, de 21 años, y Keiner de Jesús Buelvas Gutiérrez, de 16, se quitaron la vida con arma de fuego, al parecer porque su familia no consentía la relación amorosa que había entre ellos desde hace varios años.
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Igualmente, fuentes oficiales confirmaron que al lado de los dos cuerpos sin vida estaba una carta en la que explicaban las razones por las cuales habían tomado la fatal decisión de quitarse la vida.
“Ellos mantenían una relación sentimental hace tiempo, pero solo hasta los carnavales de este año fueron sorprendidos por su familia, que de inmediato se opuso radicalmente a que continuaran con la misma”, dijo a EL HERALDO una fuente cercana a la familia que prefirió omitir su identidad.
En el mismo sentido, autoridades confirmaron que uno de los fallecidos accionó el arma primero y luego se quitó la vida de manera certera.
Por supuesto, quitarse la vida no es la forma de responder ante los prejuicios, la ignorancia y la discriminación que sufrían por parte de la familia.
Cada quién puede empezar una relación consensuada con quien quiera, y la Corte Constitucional dictaminó que las relaciones sexuales consentidas son legales desde que sus participantes tengan 14 años o más.
Gracias a toda la infiltración que la religión ha tenido en la sociedad, ser homosexual no parece algo fácil de sobrellevar en un país tercermundista y discriminador por excelencia como Colombia. Aquí todo el mundo es a decirle a sus hijos con quién pueden o no estar, cuando esa decisión es privada. A ver cuántas vidas más se sigue cobrando la estupidez.
(dato: Yo Apóstata)
