Greenpeace ha hecho todo cuanto ha estado en su poder para promover la anticiencia.
En su ciega y panfletaria publicidad en contra de la ingeniería genética y los transgénicos, los eco-talibanes de Greenpeace han sido cualquier cosa, menos honestos.
Ahora, la Ciencia va aclarando las cosas:
Un artículo en el próximo número del Journal of Integrated Pest Management (JIPM) refuta las afirmaciones de Greenpeace Alemania de que el gusano cortador occidental de grano (WBC), Striacosta albicosta (Smith), es “una nueva plaga”, que fue “provocada por la ingeniería genética del maíz”. El informe de Greenpeace Alemania, que fue escrito por el autor Richard Then de Testbiotech, ofrece una “conclusión sorprendentemente simplista” con respecto a la propagación del gusano cortador occidental de grano en la última década, según los autores del JIPM.
En “El maíz Bt genéticamente modificado y el rango de expansión del gusano cortador occidental de grano (Lepidoptera: Noctuidae) en los Estados Unidos: Una Respuesta a Greenpeace Alemania“, el autor correspondiente William Hutchison, profesor y presidente del Departamento de Entomología de la Universidad de Minnesota y sus coautores sostienen que el informe de Greenpeace no tiene en cuenta los factores ecológicos y agronómicos más amplios que explican por qué el rango del WBC se ha expandido. Estos factores adicionales incluyen biología de los insectos, la sincronía de los insectos y la fenología del maíz, la reducción del uso de insecticidas, el aumento de la labranza de conservación, el tipo de suelo, los cultivos resistentes al glifosato, la genética de insectos, los patógenos de insectos, las densidades de población de insectos pre-existentes, y el cambio climático.
Los autores del JIPM se centran en varias discrepancias de hecho y de interpretación en el documento de Greenpeace, comenzando por su título, “Agro-biotecnología: nuevas plagas de las plantas causadas por el maíz genéticamente modificado. La propagación del gusano cortador occidental de grano causa un daño masivo en los EEUU”.
La afirmación de Greenpeace de que el WBC históricamente ha “sido confinado a regiones muy limitadas y no causó ningún problema importante en los cultivos de maíz” también es falsa, según los autores. Los agricultores de Nebraska reportaron problemas importantes desde 1962, y en vez de ser “confinado a regiones muy limitadas”, el WBC se ha documentado a lo largo de las grandes llanuras del oeste de México a Alberta, donde se encontró a mediados de 1950, a pesar de la afirmación de Greenpeace de que se encontró en Canadá por primera vez en fecha tan reciente como el 2009.
Según los autores, “un tema curioso en todo el informe de Greenpeace Alemania, es que Then (en el 2010) ignoró la posibilidad de otras influencias en la expansión del rango del gusano cortador de grano occidental, entre ellos varios factores ecológicos y agronómicos”. Por ejemplo, el creciente uso de la labranza de conservación desde mediados de los 90 favorece la tasa de supervivencia de las larvas del WBC debido a que el arado menos profundo reduce la mortalidad de las plagas de insectos que pasan el invierno en el suelo. Otra posible razón es la reducción o eliminación de las aplicaciones de insecticidas, lo que ha ocurrido con un mayor uso de maíz Bt en la última década, probablemente dando como resultado el aumento de la supervivencia del WBC. Otras posibilidades para la ampliación de la gama del WBC, como el cambio climático, fueron ignorados también por Greenpeace y Testbiotech.
Debido a la preocupación de que “una potencial mala interpretación de citas seleccionadas” en el informe de Greenpeace pueda llevar a confusión entre los futuros tomadores de decisiones reguladoras, los autores van a dar respuestas concretas a las demás afirmaciones en el informe.
En pocas palabras, Greenpeace, Testbiotech y su autor Richard Then tomaron en cuenta sólo los factores que favorecían su postura a la hora de publicar como serio un artículo deshonesto que desacreditaba la verdadera ciencia.
No nos extraña. No esperamos algo distinto ni honesto de Greenpeace y su gente.
(dato: Charles Folch)