Realmente compadezco al pueblo venezolano.
Cada aparición pública de Hugo Chávez es más vergonzosa que la anterior y atornillado al poder como lleva tantos años, y todo lo que le gusta robar cámara, no sería de extrañar que él tiene cierto fetiche con hacer el oso, y hacer sentir vergüenza ajena al resto de la humanidad.
Hoy, lo consiguió en una iglesia en ese pobre pueblo que tuvo la desgracia de verlo crecer:
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pagó una promesa como exenfermo de cáncer en la iglesia de su pueblo natal, donde pidió perdón por el golpe de Estado frustrado que lideró en 1992.
“Hace seis meses pasé por una situación muy difícil: una enfermedad terrible incubó en mi cuerpo, pero gracias a Dios (…) hoy me siento curado y vine a pagar hoy mismo una promesa”, dijo el gobernante en la pequeña iglesia de su Sabaneta natal.
Ataviado con un escapulario, Chávez se refirió así al tumor con células cancerosas que le fue extirpado de la zona pélvica en junio pasado y que lo obligó a someterse a varias sesiones de quimioterapia que, según ha dicho, lograron acabar con el cáncer.
Eyy, ¿y qué pasa con las gracias a todos esos doctores secuestrados en la isla de la muerte de los Castro, que le realizaron las sesiones de quimioterapia y condenaron a los venezolanos a una trágica suerte similar a la suya?
Además: ¿por qué le pide perdón a dios? ¿por qué no a sus víctimas y sus familiares? ¿qué piensa hacer si esas víctimas no creían en su mismo dios? ¿por qué les va a imponer una creencia?
En fin, que no espero que esas preguntas tengan respuesta, ni que nadie agradezca a los médicos cubanos, porque no lo haremos los que despreciamos la tiranía y el totalitarismo, no lo hará el propio beneficiado, que le da el crédito a su amigo (también un tirano) imaginario y mucho menos lo harán los venezolanos.