Parece que no todo está perdido ante la epidemia del multiculturalismo.
Al menos en la cuna de la Revolución Francesa la aberración de que la cultura es más importante que una vida humana no ha conseguido desplazar al sentido común.
Eso es lo que parece desprenderse del caso de un futuro padre musulmán que quiso hacer de las suyas mientras su esposa daba a luz:
Nassim Mimoune, de 24 años, fue detenido y posteriormente encarcelado después de que golpeó a una enfermera por tratar de quitarle la burka a su esposa durante el parto.
El enojado futuro padre ya había sido expulsado de la sala de partos del hospital francés después de escupir viles abusos a la pobre partera, llamándola “violadora”, mientras que ella intentaba hacer su trabajo.
¡Y aún hay más! Se hizo justicia:
Nassim fue condenado a seis meses de prisión, con el juez diciéndole: “Sus valores religiosos no son superiores a las leyes de la República”.
Es un día triste para los relativistas culturales y de celebración para todos los que somos defensores del imperio de la ley y los Derechos Humanos.
(A todas estas, realmente resulta de lo más paradójico que la gran mayoría de los multi-culti digan ser partidarios de los derechos de las mujeres y enemigos de la violencia contra la mujer, y sin embargo estarán más que dispuestos a llorar por esta sentencia.)
(visto en The Freethinker)
