Yo no digo que la fe sólo sea estúpida. Eso es en el mejor de los casos. En el peor, además es peligrosa. Tiene esa particularidad para hacer que personas buenas y decentes se conviertan en cretinas y cometan idioteces con una facilidad pasmosa.
Puede hacer que mates a tu adversario, a tu vecino, o a tu hermana. Esto último pasó en Bolivia:
Un pastor evangélico y su hermana fueron detenidos por la policía boliviana después de dar muerte a otra hermana de ambos a quien sumergieron en una bañera hasta ahogarla en una ceremonia de “purificación” para arrancarle al demonio.
“Los sospechosos confesaron que su hermana de 18 años estaba poseída por el demonio y querían purificarla y bautizarla en una bañera, pero se les pasó la mano. La menor falleció por ahogamiento”, dijo el martes a The Associated Press el portavoz de la policía anticrimen de Cochabamba, capitán Juan Carlos Corrales.
A modo de consejo: cuando el diablo se apropie de tu hermana, llama a la policía, a los bomberos, al psiquiátrico o a una ambulancia. Recurrir a la superstición cuesta vidas.
(dato: Roberto Rivero)