En Libertad Digital hacen un comentario más que pertinente al respecto:
Todo normal, hasta que fijamos nuestra vista en los confines de la foto (y del imperio de las señoras) donde aparecen dos asistentas de raza negra perfectamente ataviadas como tales, mirándose fijamente mientras sujetan las bandejas de plata de sus señoras, como una suerte de expositor de la riqueza. La simetría de la imagen, junto con la profunda tristeza que reflejan los rostros de ambas nos ha dejado completamente trastocados. ¿Era necesario colocarlas ahí como un elemento de atrezzo? ¿Qué es exactamente de lo que trataban de presumir? El hecho de situarlas en esa posición en la composición nos ha resultado de un mal gusto reseñable, sin entrar en las connotaciones que podrían extraerse de la deliberada intencionalidad de la fotografía.
El portal de la revista Hola, en donde fue publicada la foto se me hace inescrutable (aunque en Google no apareció ningún resultado que redirija a la publicación).