Creo que los amantes de las novelas gráficas nunca verán a The Watchmen combatir a Daredevil.
¡Pero sí pueden ser testigos del enfrentamiento de sus dibujantes! Por ejemplo, Frank Miller -responsable de muchas de las aventuras de Batman y Daredevil– escribió una diatriba contra el movimiento Occupy Wall Street (que para completar tituló Anarchy), poniendo de manifiesto su criptofascista temperamento.
Ahora, Alan Moore -el genio detrás de V de Venganza y La Liga Extraordinaria– le responde a Miller:
Bueno, Frank Miller es alguien cuyo trabajo apenas he mirado en los últimos veinte años. Pensé que el material de Sin City era misoginia recalcitrante, 300 parecía ser salvajemente ahistórica, homofóbica y se equivoca por completo. Creo que probablemente ha habido una evidente sensibilidad bastante desagradable en el trabajo de Frank Miller por mucho tiempo.
…
Por lo que puedo ver, el movimiento Occupy es sólo gente común reclamando los derechos que siempre deberían haber sido suyos. No puedo pensar en ninguna razón por la que como una población cabe esperar de nosotros que nos crucemos de brazos y veamos una asquerosa reducción en nuestro nivel de vida y el de nuestros hijos, posiblemente por generaciones, cuando la gente que nos ha metido en esto han sido premiados por ello, ciertamente no han sido castigados de ninguna manera, porque son demasiado grandes para caer. Creo que el movimiento Occupy es, en cierto sentido, la opinión pública diciendo que ellos deberían ser los que decidan quién es demasiado grande para caer. Es un aullido de indignación moral completamente justificado y parece ser manejado de una manera muy inteligente, no violenta, que es probablemente otra razón por la que Frank Miller estaría menos que satisfecho con ella. Estoy seguro de que si hubiera sido un grupo de jóvenes, sociópatas vigilantes con maquillaje de Batman en sus rostros, él estaría más a favor del mismo. Sin duda, tendríamos que estar de acuerdo en que diferimos en eso.
Estoy de acuerdo con Moore y Occupy Wall Street.
Nunca dejará de ser tentadora la idea de ver a los personajes de sus respectivas novelas gráficas abordar estos asuntos.
(visto en Pharyngula)
