Puede que ese monumento a la ignorancia y la estafa llamado ExpoNat se haya terminado, pero sus efectos y consecuencias permanecen.
Por eso me parece que es importante señalar a uno de los principales culpables y promotores de este festival del exabrupto: la Fundación Universitaria Juan N. Corpas.
Cualquiera que haya decidido sacrificar dos minutos de su tiempo y explorar el Seminario Taller de Ozonoterapia y Terapia Neural dirigido exclusivamente a Médicos [PDF] que ofrecían en la exposición, se encontrará con una triste y dolorosa realidad: era un seminario dictado por profesores titulares de la Fundación Corpas y el panfleto tenía como aval académico en su portada el escudo de esa institución.
Y si todo esto no fuera tan triste, deprimente y miserable, resultaría cómico ya que la dichosa fundación orienta su programa de pregrado de medicina, entre otros:
En la adquisición permanente y continua del conocimiento científico, mediante la investigación formativa.
Así que no puedo más que preguntarme: ¿Y qué hacen con ese conocimiento científico? Porque ciertamente, si se dedican a promocionar la brujería, la pseudociencia y la pseudomedicina, no están aplicando el conocimiento científico. De esto se pueden inferir dos posibles escenarios: o nunca consiguen adquirirlo, o una vez lo adquieren lo desechan por completo.
O podría haber una explicación aún más cruel:
El programa de Pregrado en Medicina tiene como objetivo formar al Médico General que requiere el país, para atender las necesidades de la gente de acuerdo con su condición socioeconómica.
O sea que aquellos que no puedan pagar por verdadera medicina, siempre podrán acudir a estos matasanos titulados que les cobrarán por un tratamiento que por mucho será tan efectivo como un placebo similarmente administrado.
Y su plan de estudios también resulta algo curioso:
Por ejemplo, en sexto semestre ofrecen ética a la vez que enseñan pseudomedicina, que eufemísticamente llaman “Terapéuticas Alternativas”.
Por todo esto la Fundación Universitaria Juan N. Corpas es la candidata perfecta para engrosar las filas de la Lista de la Vergüenza, que, recordemos, es una recopilación de todas aquellas instituciones de educación superior que promueven, defienden y enseñan pseudociencia revistiéndola de verdadero conocimiento, poniendo así en riesgo la vida y la salud de muchísimos futuros e incautos pacientes que confiarán en la certificación que el centro ‘académico’ ha hecho de estos vendedores de humo.
Esto por no mencionar lo estrambóticamente fraudulento que resulta promover este tipo de prácticas al estudiantado desde el púlpito de la docencia.