Hemos llegado a los 7000 millones de habitantes en el planeta y el problema demográfico parece traer a muchas personas sin cuidado.
Esto es en parte, gracias a esa perniciosa doctrina religiosa que abunda entre los cristianos y que promueve que se tengan todos los hijos que dios mande. El llamado quivering, que practican los quiverfull:
Quiverfull ~ es la idea de que las familias verdaderamente piadosas “confían al Señor” su planificación familiar. Los niños son vistos como una bendición absoluta (“Como flechas en la mano del valiente, así son los hijos de los jóvenes, feliz es el hombre que llenó su aljaba de ellos”) y, como tal, la pareja está dispuesta a tener tantos niños como con los que el Señor decida bendecirlos. Los controles artificial o químico de la natalidad, tales como la píldora o el DIU se equiparan con el aborto ~ el pecado de asesinar a su propia descendencia. El control de la natalidad “natural”, tal como la planificación familiar natural no es en realidad “natural” porque la pareja debe abstenerse en el preciso momento del mes cuando la mujer está naturalmente más deseosa de intimidad física. Todos los métodos de “control de la concepción” se consideran una falta de confianza en que Dios proveerá para los “hijos de los justos”.
¿Y por qué iba a preocuparles el deseo de la mujer, un ser humano inferior, salido de una costilla? Decir que los quiverfull son pro vida es como decir que George Bush es simplemente despistado. Son, junto con los islámicos, los mayores enemigos de la mujer, de sus derechos y de su autonomía para elegir sobre su cuerpo.
