La cienciología es una de las estupideces más grandes que se han inventado para esclavizar al hombre. Por supuesto, es una religión. Y como todo fascismo envuelto en superstición -me definición personal de religión-, también atenta contra la libertad de expresión.
Leyendo un artículo sobre la incompatibilidad entre la libertad de expresión y la propiedad intelectual me encontré con esta joya sobre la iglesia del marciano idiota:
La cienciología fue una de las primeras organizaciones en explotar la “propiedad intelectual” para censurar a sus numerosos críticos. En diciembre del 2001, amenazaron al sitio TruthAboutScientology.com indicando que eran dueños de la marca registrada “Cienciología” y que este sitio podía crear confusión entre las personas y diluir el valor de su marca. En marzo del 2002 consiguieron que Google eliminara de sus resultados al sitio Xenu.net, alegando que este sitio crítico de la cienciología difundía secretos y textos de la religión que estaban protegidos con copyright.
Pues no me extraña ni un poquito. Quienes te hacen creer en marcianos de hace millones de años y que al defecar te liberas de los pecados (en la versión de este culto), te puede hacer fácilmente un enemigo de la libertad de expresión y alguien alérgico a los datos objetivos.