El B110 es un bus de una compañía privada que tiene un contrato con la ciudad de Nueva York. Va desde Williamsburg al sur de Brooklyn y lleva principalmente a judíos ortodoxos.
Pues resulta que esta ruta tiene una tendencia muy particular:
Pero a medida que el bus comenzó a llenarse, los hombres le dijeron [a una mujer] que tenía que levantarse. Irse a la parte de atrás, insistieron.
Eran judíos ortodoxos de barba entera, rizos y largo traje negro, los que le dijeron que ella estaba montando un “bus privado” y un “bus judío”. Cuando ella preguntó por qué tenía que moverse, un hombre la regañó.
“Si Dios hace una regla, uno no pregunta ‘¿Por qué se hizo la regla?'”
Quién pensaría que Jehová fue tan específico como para señalar explícitamente que las mujeres debían ir en la parte de atrás de los buses, cuando estos ni siquiera se habían inventado. Y quién diría que le importa tanto. No fue capaz de decir una palabra sobre el conflicto árabe-israelí que tendría lugar en esta misma época, pero ay de que las mujeres montaran en los buses como si fueran personas con los mismos derechos que los hombres.