Entre las peores experiencias de ser un ciudadano de Colombia, Banana Republic, seguro que ver las estupideces que cometen a diario nuestros políticos tiene un lugar muy especial.
Por ejemplo, siguiendo la fórmula perezosa y facilista de recortar libertades individuales para evitarse cumplir con sus obligaciones, el entonces alcalde Peñalosa se inventó una macabra solución al tráfico vehicular. No sería ampliar las vías, pavimentar los huecos o hacer más parqueaderos, sino establecer una especie de toque de queda para carros, llamado Pico y Placa. Ahora que el resto del país se ha contagiado de esa estupidez, el gobierno entra en una tónica similar para asegurar su cumplimiento:
Aunque todavía no hay nada definido el ministro de Transporte, Germán Cardona, anunció que ya se está negociando con las ensambladoras de vehículos y concesionarios para eliminar la opción que existe actualmente, que permite elegir el último número de la placa de los vehículos nuevos, con el fin de evadir el pico y placa ciertos días.
Claro. No hay nada más cómodo que quitar el poco margen de acción que le dejan a la ciudadanía en vez de hacer su trabajo (que nadie dijo que fuera fácil, ¡pero eso no los exime de cumplirlo!).
“Lo que yo propongo es acabar con ese jueguito perverso de que la gente pueda escoger el número de la placa, porque en Colombia nos gusta mucho esa frasecita de – hecha la ley, hecha la trampa – no le hagamos trampa y pongámonos todos de acuerdo”, precisó Cardona.
A ver, ¿qué es más perverso: prohibir que uno saque su carro el día que lo necesita a la hora que se le da la gana o elegir el número de placa del vehículo de uno? ¿Será que el ministro siquiera tiene idea de lo que significa la propiedad privada y cómo funciona?
