Algo que me asombra es que cada vez que escribo algo en contra de una política o decisión institucional de alguna dependencia del estado colombiano, da la casualidad que miro su Twitter y encuentro por lo menos una razón más para criticarla.
Por ejemplo, con la Cancillería -que critiqué por la posición oficial de Colombia de no apoyar la creación de un estado palestino- me encuentro con que anuncian con bombos y platillos que Colombia ahora tiene relaciones diplomáticas con Arabia Saudita:
Los embajadores de Colombia y Arabia Saudita ante las Naciones Unidas, Néstor Osorio y Abdallah Y. al-Mouallimi, respectivamente oficializaron en Nueva York el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
¿Y qué posible interés podemos tener en relaciones diplomáticas con Arabia Saudita?
En la Misión Permanente de Arabia Saudita ante las Naciones Unidas, los Embajadores Osorio y al-Mouallimi firmaron el Comunicado Conjunto con el cual se establecen las relaciones diplomáticas entre los dos países y que abren importantes oportunidades de cooperación en los planos económico, político y cultural.
Ahh, eso.
¿Qué significa cooperación económica? ¿Nos van a ayudar a reinstalar el sistema feudal con grandes terratenientes, impunes? Eso lo estamos consiguiendo con bastante facilidad -y sangre-, nosotros por nuestra propia cuenta.
¿Y la cooperación política? ¿Nos van a ayudar a cambiar el sistema dizque democrático y supuestamente constitucional garantista por una monarquía absolutista? Eso ya lo intentó Uribe, y el hecho de que existan partidos como La U y el PIN, que son máquinas de extorsionar votos, son pruebas fehacientes de que seguimos impregnados de ese caudillismo mesiánico en la política que no nos separa mucho de la monarquía absoluta.
¿Y la cooperación cultural? ¿Nos van a enseñar cómo violar derechos humanos? Eso ya lo hacen bastante bien por estos lares. Pero a lo mejor nos podrían dar cátedra magistral de cómo tratar a las mujeres peor que a las mascotas y a no permitirles vestirse de formas que difieran mucho de la moda tipo Darth Vader y a que las lapidemos cada vez que sientan que son individuos y no cosas.
¡Y uno despreciando la cooperación diplomática!
