Supongo que para resumir mi oposición a la libertad religiosa es que no sólo esta se encuentra subsumida en otras libertades, como el libre desarrollo de la personalidad, la libertad de consciencia u opinión y la libertad de expresión, motivo por el que sobra, sino que además es la excusa perfecta para sostener y darle rienda suelta al privilegio religioso.
Y el privilegio religioso consiste en que las leyes, que se supone que son de aplicación general, dejan de aplicarse a un grupo de personas por tener una superstición particular. Mujeres musulmanas que no quieren que su cara aparezca en el carnet de conducir (!), padres sikh que envían a sus hijos con afiladas dagas al colegio (!), hasta los amish tienen privilegio religioso:
El conflicto es que la ley exige que los vehículos lentos, tales como carrozas tiradas a caballo, carguen un triángulo naranja fosforescente en la parte trasera. Como las creencias amish aparentemente prohíben el uso de colores brillantes, los hombres trataron de sustituir la cinta reflectante.
Nueve hombres fueron detenidos, ocho de ellos comenzaron a cumplir penas de cárcel que van de 3 a 10 días después de negarse a pagar una multa por el delito menor de negarse a usar el triángulo de color naranja.
Lo que llamó mi atención fue este detalle de la historia:
Como cortesía, se les dieron uniformes oscuros en vez de los trajes de color naranja brillante usado por los internos.
Supongo que por aquello de no ser una religión mayoritaria, como el cristianismo, los amish tan sólo consiguieron que no les pusieran los trajes que al resto de reos. De haber sido una religión mayoritaria, probablemente ni los habrían obligado a hacer cumplir la ley.
Supongo que a mayor cantidad de esbirros, mayor privilegio religioso.
Como siempre, la religión promoviendo la discriminación.