Las sandeces de la iglesia del marciano idiota™ no conocen límites. Tom Cruise no sólo arrastró a la pusilánime Katie Holmes a ese infierno de ignorancia y superstición, sino que tuvo una hija con ella, Suri, y ahora la menor paga las consecuencias de nacer en una familia de chiflados:
Según publica el Daily Mail, la niña está matriculada en un colegio en Los Ángeles -The New Leadership Academy- que fue fundado por unos amigos de Cruise, el actor Will Smith y su mujer Jada Pinkett Smith.
El colegio, cienciológico, es como un mundo de ensueño para los residentes de un manicomio:
En el New Village Leadership Academy -fundado por el amigo cercano de Tom, el actor Will Smith y su esposa, la actriz Jada Pinkett Smith- las clases preferidas normalmente por los jóvenes estudiantes, tales como pintar con los dedos, contar y recitar el alfabeto han sido sustituidas por una amplia gama de clases sobre la base de la Cienciología. No hay tiempo que perder. En su primer día, Suri fue introducida en el mantra de L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología, “Afinidad, Realidad y Comunicación” – a pesar de que es demasiado joven para entender cualquiera de esos conceptos.
Ese adoctrinamiento -cualquier adoctrinamiento religioso de niños- es perverso, claramente constituye maltrato infantil y pone de manifiesto que esos adultos no están en la capacidad mental para criar a un menor… ¡¡ni siquiera están en la capacidad para velar por su propia sanidad mental!!
Un ex cienciólogo, quien asistió a la controversial escuela Delphi Academy, de esa religión, le dice a Woman’s Day que Suri tendrá muchas más lecciones inusuales en las próximas semanas. “En lugar de aprender las palabras básicas y matemáticas, Suri y los otros niños aprenderán a librarse de los engrams – es decir, los recuerdos del pasado que bloquean el aprendizaje y la comprensión”, dice nuestra fuente.
“Todo es tan diferente. Los niños tienen una dieta especial que incluye comidas bajas en carbohidratos y hasta días de ayuno, y las lecciones son pasos hacia la eventual “revelación” de que todos somos descendientes de extraterrestres. “La ciencia ficción no acaba ahí. Uno de los temas fundamentales de la educación de Suri en el colegio, que cobra $ 30.000 por año, es la robótica, donde los niños aprenden a crear ¡e interactuar con los robots!
¿Engrams? ¿Dieta? ¿Ayuno? ¿Robots? ¿Qué le están haciendo a esa pobre niña?
Seguro, a mí también me habría encantado que me enseñaran a hacer robots, pero… ¿interactuar con ellos? ¿Qué sigue? ¿Americana de Robots? ¿Las tres leyes de la robótica?
Ya mismo presento mis más sinceras disculpas a la memoria de Isaac Asimov, que fue manchada en esa comparación odiosa con la verborrea de Hubbard y los analfabetos funcionales que la creen a pies juntillas y que atrozmente adoctrinan a su inocente descendencia en esa demente mezcla de superstición y frivolidad.
No hay motivo alguno para comparar la buena ciencia ficción, con basura religiosa.
