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Desagravio por una Crianza Cristiana

La carta que traduzco y transcribo se la escriben a Zariah, una niña originaria de Liberia, que fue adoptada junto con su hermana por una pareja cristiana, los Schatz.

A la hora de criar a sus hijos, esta pareja seguía los consejos y enseñanzas de un perverso libro escrito por una pareja de fundamentalistas cristianos quienes gozan de cierta popularidad entre los padres cristianos que hacen homeschooling (o sea, que no envían a sus niños al colegio sino que les ‘enseñan’ (?) en casa, lo que se ha vuelto en realidad en una vía de escape para adoctrinar a los niños en estúpidas hipótesis anticientíficas, como el creacionismo). Sin más preámbulo, la carta:

Querida Zariah,

¿Cuántos de nosotros posiblemente podríamos comprender tu dolor?

Fuiste tomada de tu tierra natal de Liberia, adoptada por una pareja que ya tenía muchos niños. Quizás esos adultos eran compasivos en algún nivel, ya que también adoptaron a tu hermana menor, Lydia y a otro niño pequeño. Sin duda, muchos estaban convencidos de que este hombre y esta mujer eran buenas personas. Después de todo, ellos eran cristianos devotos que creían en vivir la vida de acuerdo a la Biblia.

Pero ahora sabemos la verdad acerca de estas personas. Estaban obsesionados con la obediencia y permitieron que las palabras de un ministro justificaran las acciones abusivas que nacieron a partir de su obsesión. Durante todo el tiempo que tú y Lydia fueron torturadas, sus agresores estaban convencidos de que su religión les exigía que las azotaran. Ellos tomaban descansos para orarle a un dios que creían que los guiaba.

Tú casi mueres a causa de los azotes, y perdiste a tu hermana Lydia, cuyo minúsculo cuerpo no pudo resistir la brutalidad que los Schatz le infligieron. Los expertos han comparado las lesiones de Lydia con las que se encuentran en los cuerpos de las víctimas de terremotos y bombardeos. Debido a sus crueles acciones, Kevin y Elizabeth Schatz pasarán mucho tiempo en la cárcel. Cuán agradecidos estamos de que hayas sobrevivido, en parte, para que pudieras enfrentarte a tus agresores en el juicio y valientemente les preguntaras acerca de tu querida hermana: “¿Por qué la adoptaron? ¿Para matarla? “, dijiste.

Debes preguntarte, ¿qué clase de país es éste, donde la gente lesiona y mata niños en nombre de la fe, donde la gente toma la palabra de un ministro que dice que “Dios azota a sus hijos”, donde la gente expresa su “libertad” religiosa abusando física, sexual, y emocionalmente de los niños?

Puede que oigas hablar de otras víctimas de maltrato infantil religioso, como los que son víctimas de abuso sexual por líderes religiosos, a quienes se les da tanto poder que pueden dominar a las víctimas. O niños que son tan inculcados con el dogma religioso que sus cerebros se entumecen. O niños que mueren de enfermedades normalmente tratables, debido al hecho de que sus padres estaban convencidos de que la oración, y no los médicos, los curarían.

Es una imagen triste, pero yo también quiero que sepas que estos agresores son una minoría. La mayoría de la gente de fe entiende la diferencia entre vivir de acuerdo con las creencias religiosas y ser consumidos por esas creencias. La mayoría de la gente de fe no adoctrina a los niños, sino que les enseñan diferentes visiones del mundo. La mayoría de la gente de fe no sacrificaría la salud y la seguridad de los niños para cumplir con una retorcida agenda religiosa.

Creo que la mayoría de los estadounidenses cree que el derecho del niño a una vida feliz, saludable y segura supera todo lo demás, incluyendo el derecho a practicar los rituales religiosos. Reconocen que las doctrinas de fe -tales como las que dicen a los fieles que golpeen a sus hijos, que las mujeres son inferiores a los hombres, o que los gays y las lesbianas son una ofensa a Dios- deben relegarse a los libros de historia. Creo que la mayoría de los estadounidenses dirían que las únicas religiones que vale la pena suscribir son las que promueven la tolerancia, la aceptación y el amor.

Aceptamos la cruda realidad de que eres una de muchos supervivientes de este tipo de abusos. Reconocemos que la religión puede llevar a la gente a hacerle daño a los niños. Admitimos que el maltrato infantil ocurre en las comunidades religiosas y con demasiada frecuencia se ignora. Lo que has soportado es un duro recordatorio de lo que puede suceder cuando la religión llega a las manos equivocadas.

Pero te prometemos esto: Estamos comprometidos con la erradicación del maltrato infantil religioso. Estamos hablando acerca de ello y seguiremos hablando sobre ello, porque crear conciencia sobre el problema es el primer paso. Estamos devastados por lo que les pasó a ti y a Lydia y haremos todo lo posible para asegurarnos de que sean las últimas víctimas.

Cuídate,

Janet Heimlich

Sólo quiero matizar algo: Me gustaría que Janet Heimlich me explicara cuáles son esas religiones que “que promueven la tolerancia, la aceptación y el amor” porque todas aquellas con las que me he encontrado -sí, budismo e hinduísmo, también- son simplemente fascismo envuelto en superstición, con la arrogancia de creer que tienen algún tipo de superioridad moral.

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