Una de las cosas que más me molesta es que pretendan hacer pasar la anticiencia por ciencia, la pseudomedicina por medicina real y que en el proceso se confunda un tratamiento médico con la estafa.
Eso parece tener sin cuidado a los chicos de Corferias y a los de El Tiempo que irresponsablemente promueven indistintamente la Feria de la Estafa y la Cosmética como si fuera la Feria de la Salud y la Belleza, pero, por supuesto, no hay nada de medicina en ella:
El evento reúne a 260 expositores concentrados en temas como cosmética, cuidado personal y de la piel, accesorios y aparatología para peluquería, estética dental, cosmiatría, medicina alternativa, nutrición y dietética.
¡¡Ohh, es una feria con productos cosméticos y anticiencia al granel!! Lo peor: tiene 260 expositores.
Como parte de las jornadas académicas, hoy se presentará una conferencia sobre osteopatía y terapias manuales, el primer congreso profesional de peluquería y cosmética y una charla sobre dietética racional, diabetes y vitamina C, entre otras.
Osteopatía. Suena interesante. A ver en qué consiste: Es una práctica de masajes que se hacen partiendo de concepciones médicas ya superadas y revaluadas cuyos efectos no se distinguen de los de cualquier otro masaje y que, como buena pseudociencia, podría llegar a generar problemas. Así que de eso son las jornadas académicas: de cómo enseñar a hacer potencial daño a otra persona, fingiendo que se está bajo un tratamiento real. Por supuesto, empieza a oler a farsante cuando empiezan a vender las bondades ‘holísticas’ de tratamientos como este.
Obviamente ahí no termina el pavoneo new age:
El domingo se realizarán otras conferencias como maquillaje con aerógrafo, hilos tensores para el rejuvenecimiento facial, técnica y aplicación del maquillaje paso a paso y encuentro con la fitoterapia.
La fitoterapia, no es una terapia, sino el techo que agrupa a muchas distintas estafas como la homeopatía y la así llamada medicina tradicional. Se basa en la utilización de plantas medicinales y por supuesto sus defensores son los promotores del buensalvajismo antifarmacéutico que está ayudando a la desinformación y difusión de mentiras -disfrazadas de anticoporativismo- que a su vez están llevando a que los ingenuos e incautos abandonen la medicina real y simplemente se queden con su superstición buenrollista. Y estos son los mejores idiotas útiles que una industria -que no paga costosos controles de calidad, por ejemplo doble ciegos y triple ciegos- podría pedir.
Por supuesto estos tipos no me caen bien, en lo absoluto. Pero no por eso voy a dejar de decirles que están atentando contra sus vidas y poniendo muchas más en riesgo.
No porque sean unos pobres ignorantes, más preocupados de estar con los movimientos antisistema de moda que por la verdad, considero que sus vidas dispensables. De ninguna manera.
