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Sin SKA-P

Categorías: Música | SKA-P

Ya he mencionado en algunas ocasiones mi predilección por el grupo español de música SKA-P. De hecho, antes de empezar esta entrada, quiero advertir que musicalmente me gustan mucho y creo que no pasa un día sin que escuche alguna de sus canciones, sin embargo cuando se trata de sus posiciones políticas, sus argumentos y sus acusaciones, a veces hay algo que falla.

No en todo, por supuesto. Por ejemplo, sus críticas a la Iglesia (canciones como La Mosca Cojonera, Sexo y Religión y Crimen Sollicitationis), su apasionada defensa de la legalización de las drogas (con la archiconocida Cannabis y Al Turrón), su rechazo al maltrato animal (Vergüenza, Abolición e Insesibilidad), su desprecio por la asfixiante parodia bipartidista politiquera del sistema democrático (Ni Fu, Ni Fa), su denuncia de la magufada y sus practicantes, los charlatanes (Casposos), y su defensa de causas muy nobles que comparto plenamente como la abolición de la pena de muerte en todo el mundo (Welcome to Hell) y que no se reclute a niños en las filas de ningún cuerpo armado (El Niño Soldado).

Pero en otras ocasiones, realmente dejan mucho que desear y la cagan con ganas y uno se queda sin SKA-P.

La primera vez que detecté una falacia en sus letras fue en la canción Mis Colegas, que trata sobre drogadictos, drogas y su legalización. Empezaba yo en el racionalismo cuando en mis audífonos escucho “la droga existe y no la vas a eliminar, la solucion consiste en legalizar“.

Por supuesto su existencia y que no se vaya a eliminar, no es un argumento para legalizar la droga. Siguiendo ese orden de ideas, el asesinato también existe y ha existido siempre y no se va a eliminar y no por eso vamos a legalizarlo… espero.

Creo que luego vendría el tratamiento facilista y maniqueo que le dan al conflicto árabe-israelí. En Intifada -que es un llamamiento a destruir Israel, así es: ¡¡el título de la canción propende por la destrucción de todo un Estado!! En fin, en esa canción- parece muy fácil ponerse del lado de las víctimas, “víctimas” que han usado mujeres y niños como escudos humanos y que no han sido capaces de sacar a Hamás de su territorio, sino que siguen albergando al grupo terrorista. Por supuesto, en esta canción me gusta y me siento identificado cuando dicen “no confudas mi postura, soy ateo, yo no creo en ningún dios, no diferencio a las personas por su raza, su cultura o su mierda de religión“, sin embargo su postura parece ser la de la desinformación, pues en la canción es como si sugirieran que los árabes sólo utilizan “piedras contra [las] balas” judías y eso es una mentira del tamaño de una catedral. Los árabes también han utilizado armas de fuego y bombas contra los israelíes -que los puede haber árabes-.

Siguiendo la hipótesis de que lo de SKA-P es la desinformación -o ignorancia autocomplaciente-, podemos echar un vistazo a su Paramilitar, canción en la que hacen apología del delito: “Al paramilitar tenemos que eliminar. Al paramilitar tenemos que eliminar. Al paramilitar tenemos que eliminar. Paramilitar, ¡racista, criminal!“. No me malinterpreten: yo soy un abanderado de la lucha armada contra los paramilitares, sin embargo lo soy porque soy abanderado de la lucha armada contra todo tipo de terrorismo. Y eso incluye a la guerrilla -por lo menos la colombiana- a la que el grupo se refiere en términos de que “la esperanza de los indios está latente en la guerrilla“. Y más adelante en América Latina Libre afirman que “La pobreza creó a los insurrectos que mueren en las montañas por la libertad“, lo cual es una distorsión de la realidad tan absurda que la deja irreconocible. La guerrilla, por lo menos la colombiana, es un grupo terrorista más, que secuestra ciudadanos (¡vaya forma de probar que luchan por la libertad: privando a los demás de la misma!), siembra minas anti persona y recluta niños (¿dónde queda ahora ese llamado que hacen en El Niño Soldado a que no haya reclutamiento infantil?).

En su llamado a “eliminar al paramilitar“, SKA-P lo justifica alegando que “los paramilitares asesinan campesinos“. Muy bien, por ese parámetro -que me parece algo precario pero que funciona-, también debemos eliminar a la guerrilla. De lo contrario, como ya dije, lo que el grupo está promoviendo es el asesinato a sangre fría de un grupo de personas que a ellos les caen mal y ni siquiera se están dignando aportar la justificación de ese instigamiento, a no ser que sufran de hipocresía y doble moral, única explicación bajo la cuál su doblerasero funciona.

Si hasta el momento parece que el grupo es incoherente, con la canción Mestizaje lo confirman. No se puede poner en el mismo párrafo -y menos en la misma canción- que uno aboga por “¡No fronteras, no banderas, no a la autoridad! ¡No riqueza, no pobreza, no desigualdad! Rompamos la utopía, dejemos de soñar, arriba el mestizaje, convivir en colectividad. Gritaré que ardan las banderas por la fraternidad, que caiga el patriotismo y la hostilidad racial. Cultura popular“, para acto seguido invocar cinco continentes en un mismo corazón multirracial y “multicultural“. El mestizaje es todo lo contrario que el multiculturalismo. Allí donde el primero aboga porque somos una sola raza y que no tiene sentido hacer odiosas distinciones de color o cultura, que todos vivimos en la misma sociedad, que debemos ser iguales ante la ley; la doctrina facha multi-culti aboga por un apartheid legal, social y cultural en el que las minorías pueden violarle los derechos humanos a sus conciudadanos, en el que se sigan marcando las diferencias de fronteras, banderas, autoridad, riqueza, pobreza y patriotismo, todo aquello que hace unos versos el grupo acaba de pedir que sea abolido.

Ya revisando su último disco, Lágrimas y Gozos, hay dos canciones que realmente ponen de manifiesto la ignorancia del grupo. La primera es El Libertador, un homenaje a la pseudorrevolución bolivariana.

Empiezan invocando a ese engendro xenófobo, racista y déspota (todos atributos que el grupo dice combatir) que fue el Napoleón de las Retiradas, mejor conocido como Simón Bolívar.

Después pasan a alabar la gestión de Chávez, por dizque la “reforma agraria y justa redistribución, sanidad, cultura y buena educación“, algo que el gobierno del ahora enfermo de cáncer no ha sido ni hecho. “Justa redistribución” es el nombre que se le está dando a que ahora los burgueses no sean ‘pitiyankees‘ sino boliburgueses, o sea, que la clase media de Venezuela en vías de extinción, está conformada por los amigos de Chávez. “Buena educación” es como el grupo entiende el adoctrinamiento. Después se meten a decir que “Una guerra de medios manipula la verdad“, algo que es cierto: los medios de Venezuela, casi todos obligados a ser satélites del oficialismo se han visto en la vergonzosa posición de andar difundiendo las mentiras del autocrático régimen. Incluso hasta tienen idiotas útiles que les ayudan por voluntad propia.

Luego, el grupo anima al dictadorzuelo: “Enséñale los dientes a la cara al Tío Sam. Sin dar un paso atrás“, algo que resulta muy curioso pues es el Tío Sam quien le está comprando los barriles de petróleo al imitador del imitador de Napoleón y ciertamente el día que se los compren a menos de U$ 100 dólares, se acaba esa pobre nación en donde reina el hampa ya que el Socialismo del Siglo 21 realmente se ha revelado como el nuevo empaque del estalinismo del 20.

A estas alturas resulta completamente risible que los españoles crean que la imposición de este neoestalinismo (¿o suena mejor social-fascismo?) traerá “respeto y dignidad al indígena, al indígena“. Pues eso no puede ser así, toda vez que el tiranillo este le ha ofrecido todo su apoyo a la guerrilla terrorista colombiana y también ha contado con el apoyo de grupos paramilitares venezolanos que han proliferado durante su eviterno y macabro mandato. Estos grupos asesinan, reclutan e irrespetan a los indígenas. ¿Cómo concilian los músicos sus posturas? Ya lo dije: incoherencia. Valga anotar que esta es la única canción de las mencionadas en este artículo que no escucho ni por error.

La segunda canción de Lágrimas y Gozos que es un completo fracaso -en términos ideológicos, que no musicales- es Fuego y Miedo. En esta, parece que el grupo ataca dos cosas: el libre porte de armas y las películas que incitan a la violencia.

Desde el primer párrafo empieza mal, si se me permite la ironía, con el pie izquierdo: “¿Quién educó, su mente enajenada? Siempre soñó con la gran pantalla, ser el mejor disparando un arma como su héroe de acción“. Como ya lo he dicho en varias ocasiones, la televisión ni educa ni enajena. Eso es partir de la suposición de que el cerebro es un simple adorno en la cabeza, en vez de estar facultado para la recepción crítica de los mensajes.

Unos versos más adelante nos encontramos con “¡MIEDO! Desde el televisor, odio y venganza, producto del miedo, te han educado a vivir con miedo, Charlton Heston y su enajenación“. Aquí se nota que retoman las afirmaciones del mentiroso compulsivo Michael Moore, quien además entiende los medios de comunicación como si fueran instrumentos de manipulación. Como ya lo he explicado, eso es de un anticientífico e ignorante inmenso. Esa forma de concebir a los medios de comunicación está superada hace muchísimo tiempo y sólo revela una concepción utilitarista del ser humano para con la sociedad (¡mire uno por dónde!).

Ahora quiero felicitarme a mí mismo por haber podido terminar este artículo, que siempre se me quedaba en el tintero pues me quedaba oyendo las canciones. Esa es la fuerza de voluntad propia de El Gato López.

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