A pesar de que no tengo ninguna debilidad especial por los niños y me parece que la sociedad se estupidiza cuando de protegerlos se trata, de ninguna manera sería promotor de que sean maltratados.
Y ponerlos en contacto con el tóxico y podrido mundo religioso termina por hacer precisamente eso. Cuando se trata de violar derechos, la religión no distingue edad.
Una vez más, tenemos evidencia. Esta vez en Holanda:
Una comisión encargada de investigar presuntos abusos sexuales cometidos por miembros de la iglesia holandesa anunció este martes haber encontrado pruebas de la muerte de menores en los años 50 en una institución católica de Holanda.
“La comisión Deetman descubrió varias muertes que plantean preguntas”, ocurridas en un exinstituto psiquiátrico de Heel (sureste), explicó la comisión en un comunicado.
“Las informaciones tratan sobre un número de muertes de menores por encima de la media en 1952, 1953 y 1954”, precisó la nota, quien añadió que estos datos fueron descubiertos tras examinar los archivos de varias diócesis, órdenes y congregaciones.
O sea, no sólo los violaron. También los mataron.
Si estás pensando en bautizar a tus hijos, no puedes decir que estás pensando.