Sabemos que las cosas van de mal en peor cuando tener una religión ya no sirve de excusa para cometer delitos si no es una corriente particular de una religión particular.
Así le pasó a un miembro de una minoría islámica en Indonesia:
Un hombre indonesio que sobrevivió a un ataque mortal por parte de una turba musulmana de línea dura fue sentenciado el lunes a seis meses de prisión, lo que provocó la indignación de los grupos de derechos por una sentencia más dura que las recibidas por algunos de sus atacantes.
Deden Sudjana, miembro de la Comunidad Ahmadía, una secta minoritaria musulmana que muchos musulmanes conservadores consideran herética, fue declarado culpable por un tribunal de distrito en la provincia de Banten de cargos derivados de los ataques en febrero. Los jueces dijeron que se había negado a cumplir las órdenes de la policía de abandonar el lugar y que él había herido a uno de los atacantes.
Ese es el problema de tener una religión oficial o, siquiera, mayoritaria. Ahora más que nunca es necesario pertenecer a la secta adecuada, de la superstición adecuada. De lo contrario perderemos el derecho a la legítima defensa.
Supongo que los multiculturalistas están ante una fuerte disyuntiva: ¿proteger la cultura antioccidental o proteger la minoría dentro de la cultura antioccidental? Supongo que preferirán no mojarse y dirán que no se meten.
