Pero él no es el único que quiere acabar con el imperio de la ley y el Estado de derecho. Ahora el presidente Santos ¡¡quiere impulsar un cambio constitucional para adelantar procesos de paz!! Lo que faltaba:
La comisión sugiere también que con el marco legal se dota al Estado de herramientas para los procesos de paz en frentes como la desmovilización, las medidas de reparación y las penas.
Eso: que en vez de que el Estado cumpla con su deber de aplicar justicia, por medio de su rama judicial y le ofrezca seguridad a sus ciudadanos por medio de las fuerzas armadas, entonces se lleven a cabo “procesos de paz”. ¿Por qué no, de paso, también se hacen cambios constitucionales en los que sólo vayan a la cárcel aquellos criminales que así lo prefieran? Y que ellos mismos escojan su pena.
Por mi parte, apague y vámonos. No soy capaz de concebir la “paz” sin “justicia” y ciertamente otorgarle un tratamiento especial a los mayores criminales del país, los miembros de los grupos terroristas guerrilleros y paramilitares, ciertamente es lo último que se me pasa por la cabeza como “proceso de paz”.
El único verdadero proceso de paz que puede haber y de paso, el único tratamiento especial para con esos delincuentes, es que los jueces los condenen a las mayores condenas que permita el código penal.
Lo demás son excusas ante la ineptitud del Estado.