Este es un matrimonio de buenos y valientes seres humanos.
Hege Dalen y Toril Hansen, con razón se conviertieron en heroínas nacionales en Noruega después de que rescataron a 40 adolescentes que huían de la masacre en la isla Utoya. Usaron su barco, que hizo varios viajes en las aguas alrededor de Utoya donde Anders Breivik estaba asesinando a 69 personas, y transportaron a tantos como pudieron hasta un lugar seguro. Los agujeros de bala descubiertos más tarde en su barco indican que Breivik les disparó.
Lo irónico -y cínico- de esta situación es que, de acuerdo con la superstición cristiana, ellas tienen negada la entrada a la Disneylandia celestial por su preferencia sexual.
Anders Breivik, por el contrario, tiene abiertas las puertas de los cielos, pues a pesar de que cometió pecados (¡¡y delitos!!), cree en dios y mediante el sacramento de la confesión, le será concedida la vida eterna.
