En un apasionado llamado de atención a la nueva izquierda, que parece haber caído en un maniqueísmo en el que o se apoya acríticamente a los dictadores de izquierda o se apoya acríticamente todas las acciones del gobierno de EEUU, Ibeth Rivero termina haciendo una defensa de las propiedades intelectuales de las personas según ellas mismas y no el lugar donde nacieron (algo que la comunidad escéptica angloparlante debería tener más en cuenta).
En fin, que la parte que más me ha gustado fue:
¿Tú crees que voy a aceptar más las críticas de un Musulmán fanático de nacionalidad Inglesa que las exquisitas críticas de David Osorio?
Ibeth, muchas gracias por tus palabras. Me honra que me tengas en tan alto concepto, sobre todo, teniendo en cuenta que nos conocimos teniendo una diferencia de opinión que hasta la fecha, tengo entendido, sigue vigente.