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Sigue la Guerra contra el Cigarrillo

La OMS sigue con su terrorismo mediático diciendo que podrían morir 8 millones de personas al año por el cigarrillo. Es curioso porque hace tan sólo un mes, eran 6 millones.

En particular no me preocupan las cifras de mortalidad por el tabaquismo.

¿Por qué? Pues en primera medida, porque considero que estamos sobrepoblados. Hay más personas en el mundo de las que debería y si hay personas que están dispuestas a suicidarse lentamente y abrirnos campo, no veo por qué yo tendría que meterme a decirles qué hacer o no hacer con sus vidas.

En segundo lugar, es su libertad. Ellos verán cómo la utilizan. ¡En eso es en lo que consiste el concepto!

En la nota de los “8 millones” además se menciona:

Además, 100 millones de personas más se han visto protegidas en los últimos dos años por leyes más ambiciosas que regulan espacios sin humo.

Como ya vimos ¡¡el jodido humo ambiental del tabaco no afecta a los dichosos fumadores pasivos!! ¡Eso es una mentira del tamaño de un castillo! ¡Es que ni siquiera debería existir el término “fumador pasivo”, que es como si hubiera “bebedores pasivos” o “drogadictos pasivos”! O uno fuma -y eso degenera su salud- o no lo hace. Punto. No hay términos ni lugares intermedios. Los efectos nocivos de una droga no se transmiten por osmósis.

Y viene ahora una reverenda sandez publicitaria pseudodisuasoria:

Las campañas mediáticas de concienciación sobre los peligros del tabaco, la última propuesta MPOWER de la OMS, se llevaron a cabo en 23 países entre 2009 y 2010, y llegaron a 1.900 millones de personas, el 28 por ciento de la población.

Para la OMS el mayor progreso se ha conseguido en la inclusión de advertencias sobre los daños para la salud del tabaco en los paquetes, medida que desde 2008 protege a 458 millones de personas más, cifra que representa más del doble de la población cubierta por esta medida antes de esa fecha.

El número de personas protegidas por leyes que prohíben la publicidad de marcas de tabaco aumentó en 80 millones desde 2008, mientras que la población cubierta por leyes que declaran todos los espacios públicos y los centros de trabajo como zonas libres de humo creció en 385 millones de personas en ese periodo.

Un contacto puso esto en su Facebook y me parece apropiado para esta situación, después de todo queremos concientizar:

Dispuestos a poner fotos asquerosas en los paquetes de cigarros, ¿Por qué no poner gente obesa en cada paquete de galletas? ¿De mataderos en envoltorios de carne? ¿De animales torturados en cosméticos? ¿De accidentes automovilísticos en las botellas de licor? ¿De gente sin techo en facturas de Gas y Electricidad? ¿y de políticos rateros en declaraciones de impuestos?

Los gobiernos y su dichosa organización de naciones unidas deberían dejar de actuar como si quisieran enviar un mensajes “positivo” a los ciudadanos. ¿Por qué va a ser más positivo ser cabeza de familia a ser soltero y sin hijos? ¿Cómo resulta más positivo ir a votar que abstenerse de darle un cheque en blanco a alguien que fue elegido con promesas que no está obligado a cumplir?

Si realmente quieren enviar un mensaje “positivo”, podrían empezar a promover el uso de las facultades críticas y poner las más horrorosas imágenes de muerte y devastación en las iglesias, mezquitas, sinagogas y templos. Hasta el día de hoy, dios es la causa de más muertes en la historia de la humanidad y en esa medida, no me creeré que un gobierno se preocupe por sus ciudadanos si no les advierte adecuadamente de los peligros de la superstición en todas sus formas (de hecho, creo que ni así resulta conveniente creerle al Estado, aunque eso le iría abonando puntos).

A lo mejor, el único argumento que encuentro medianamente rescatable de este sartal de terrorismo mediático y buenrollismo es este:

La OMS recordó que el tabaco ya mata a cerca de 6 millones de personas cada año y causa pérdidas multimillonarias a los Estados por los tratamientos médicos necesarios para tratar las enfermedades provocadas por el tabaco.

Pero eso nos deja con el problema: ¿es que los tratamientos para salvar esas vidas, que tanto le interesan a los gobiernos, realmente pueden ser considerados como pérdidas? Yo diría que es una inversión en la salud de los ciudadanos. No sé, como por aquello de la coherencia.

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