El home schooling, o educar a los hijos en la casa en vez de que vayan al colegio es una tendencia que se ha puesto de moda desde hace algunos años.
Incluso yo alguna vez consideré estudiar desde mi casa.
En un reportaje de El Tiempo, sin embargo, uno de los motivos para hacer esto es porque quieren, ni más ni menos, ejercer maltrato infantil:
Las familias que optan por esta alternativa lo hacen porque quieren educar a sus hijos en determinada religión -algo que las escuelas públicas prohíben- […]
Así es: quieren adoctrinar a sus hijos dentro de una burbuja de cristal, distorsionar su forma de ver el mundo, suscribirlos a una mentira sin siquiera esperarse a que tengan el suficiente uso de razón como para decidir por sí mismos y mentirles. En otras palabras: censurarles el mundo. No permitir que lo conozcan, que sepan que hay personas que no ven el mundo a través de sus sesgadas doctrinas.
El artículo afirma que la familia de Ricardo Montaner hace home schooling y su esposa considera que es preferible el método tradicional.
Justamente por su experiencia, Marlene opina que es necesario que los niños experimenten la escolaridad tradicional, básicamente para que tengan muchos amigos del colegio y además consigan otros en diferentes actividades, como el coro de la iglesia los domingos.
Así, sin más, sin anestesia. También se puede ejercer maltrato infantil con los niños que van al colegio común y corriente: ¡¡llevándolos a la iglesia los domingos!!
Es doloroso pensar que existen padres que consideran que sus hijos son como sus propiedades, sus extensiones y no individuos que se deben encargar de tomar sus propias decisiones y para esto necesitan conocer todo el espectro de posibilidades que existen.