Resulta que tras mi Carta abierta al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en su primer retweet, le fue enviada a Elvira Forero H., directora general del ICBF.
Como por curiosidad quise ver el timeline de Forero y cuál no sería mi sorpresa cuando me encuentro con este trino de hace tres días:
Oramos por la recuperacón de niña de 2 años herida por bala perdida en Bogotá. Ley de Seguridad Ciudadana sanciona a quien dispare al aire
Esto es tan repetitivo para mí como para mis lectores, pero no voy a dejar de denunciar una flagrante violación a la Constitución por el simple hecho de que es repetitivo.
Ella no puede, en ejercicio de su cargo, como lo es el uso que le da a su Twitter, ponerse a propagar ideas y nociones religiosas, pues está ejerciendo la máxima representación de una entidad del Estado por lo que está imposibilitada para expresar o favorecer convicciones de tal o cual secta o si quiera nociones sobre un “ser superior” o “sobrenatural”.
Que presente disculpas a todos los colombianos que no profesamos creencia alguna hacia un dios personal que lee nuestros pensamientos y que en el futuro se abstenga de favorecer sus inclinaciones personales mientras ocupa el cargo de la dirección general del ICBF. Si le queda grande hacer esa sencillísima distinción, requisito del cargo, bien haría en presentar su renuncia y ponerse a predicar lo que le venga en gana.
Una vez más, el bio y la imagen de fondo sirven como pruebas de que usa Twitter como extensión de su cargo y no para cuestiones de su vida privada y personal -caso en el que no habría problema con que lo usara para declararle su fidelidad a Zeus o a Optimus Prime o a quien ella quisiera-: