La pederastia dejará de ser el deporte nacional de El Vaticano. O al menos eso nos quieren hacer creer con su congreso vaticano para instruir a los obispos para dizque combatir los abusos.
El Vaticano dijo el sábado que ha emprendido diversas acciones con el fin de informar a sus obispos en el mundo sobre el mejor proceder para combatir las agresiones sexuales por parte de miembros del clero.
¿Qué? ¿Hay algo que combatir? ¿Que no era el “mejor proceder” ocultar los casos de pederastia de las autoridades civiles?
Como suele ser con las religiones, toca enfocarse en lo que hacen más que en lo que dicen. Por ejemplo, beatificaron a Juan Pablo II, ese mezquino ser humano, íntimo amigo de Marcial Maciel quien violó a por lo menos 30 niños, algo a lo que el Vaticano se hizo el de la vista gorda. Que diga: lo supieron y les traía sin cuidado.
Si es que hasta Ratzinger se molestó porque sus esbirros fueran llamados a juicio.
Las medidas incluyen la realización de un simposio sobre abuso sexual en conjunto con la universidad jesuita de Roma y la inauguración de un centro de aprendizaje en internet.
Dirán lo que quieran, pero ese párrafo parece redactado afirmando que van a enseñarle a los curas a violar niños.
El fiscal del Vaticano para delitos sexuales, monseñor Charles Scicluna, dijo el sábado a la prensa que el simposio y la base de datos en línea contribuirán a “dar una respuesta creíble, transparente y explicable” ante el escándalo de agresiones sexuales por parte de miembros del clero.
¿Existe un fiscal del Vaticano para delitos sexuales? Supongo que es el trabajo deseado por todo el mundo: no hacer nada y cuando lleguen las denuncias darles traslado a la basura e ignorarlas olímpicamente.
Durante décadas, los obispos encubrieron los delitos y la Santa Sede se hizo de la vista gorda ante las denuncias, un escándalo que ha llegado a ser una de las mayores crisis que ha encarado la Iglesia católica en muchas décadas.
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Ningún obispo ha sido castigado por no poner fin a los abusos de un sacerdote.
Supongo que no hay nada más que decir. La pederastia seguirá siendo el deporte extraoficial en las filas de la Iglesia Católica, porque a diferencia de ellos, yo hasta no ver, no creer.