Un artículo de PZ Myers le responde a Jeff Sparrow sobre su poco seria y parcializada acusación de que la Convención Mundial Atea que habrá en Abril del año entrante en Australia sea una convención de fanatismo ateo de ultra derecha.
En el proceso, PZ defiende brillantemente a dos íconos del ateísmo militante (Christopher Hitchens y Sam Harris) y pone de manifiesto lo intelectualmente perdidos que se encuentran los llamados ‘progresistas’ que abrazan el dogma del multiculturalismo. No podía leer eso sin traducirlo y traerlo a mi blog:
De alguna manera, el significado de ‘progresista’ se ha debilitado tanto que puede equipararse al de tolerancia militante y radical de cada alegre lunaticada que alguien podría declamar, con tácticas que constituyen poco más que una afeminada rendición ante las excusas de los fanáticos.
Con demasiada frecuencia, la conversación entre los llamados ‘progresistas’ y sus adversarios es una conversación conciliadora con espinas de gelatina, en la que tratan desesperadamente de salvaguardar a los tiranos de derecha retirándose frenéticamente del conflicto.
“Quiero amputar el clítoris de mi hija”, dice el islámico. “Oooh, eso no es bueno”, dice el ‘progresista’, “pero tus profundas tradiciones, ricas culturalmente hacen que yo dude en oponerme”.
Mientras tanto, el Nuevo Ateo dice “NO. No hay ninguna ambigüedad aquí: los niños son individuos, no tienes NINGÚN DERECHO a descuartizarlos. Y ser un bárbaro ignorante no es excusa”.
“Exijo que las escuelas públicas respeten mi mitología y le enseñen a todos que la Tierra sólo tiene 6000 años”, dice el cristiano dominionista, “y también, ustedes no pueden nunca decir una palabra a mis hijos que contradiga las Escrituras”. Los ‘progresistas’ responden: “Bueno, no queremos ofender a nadie, así que tal vez podamos encontrar un plan de estudios que no utilice palabra que empieza por “e” y no suscitemos ningún conflicto entre ciencia y religión. Que sea un compromiso”.
El Nuevo Ateo dice: “Te equivocas. Estás peor que equivocado, eres estúpido. Vamos a educar a tus hijos te guste o no, porque tienen un derecho a crecer sin tu daño cerebral auto-infligido”.
“La creencia en Dios es una parte esencial del ser humano y debe ser alimentada por el bien de la civilización”, dice la Iglesia Evangélica. Los ‘progresistas’ con alegría están de acuerdo, ignorando el tribalismo sectario que fomenta la religión, haciendo caso omiso de lo absurdo de lo muy específico y muy peculiar de la Iglesia Evangélica, su adherencia a una mitología dogmática, por la cual este consentimiento feliz a una ausencia de pensamiento crítico es un conveniente pie en la puerta.
El Nuevo Ateo en lugar sostiene que la religión debe ser relegada a la condición de un capricho personal, una afectación o un pasatiempo, y que el verdadero corazón de la civilización moderna se encuentra en la ciencia y la razón y la toma de decisiones basada en la evidencia. La religión es un bárbaro cuchillo de obsidiana suspendido sobre nuestros pechos – pónganlo en un armario y admírenlo como una obra de arte, pero no empuñen la maldita cosa nunca más.
“Los homosexuales son una abominación repugnante” gritan los fundamentalistas. Los ‘progresistas’ responden, “Oooh, bien, íbamos a defender la tolerancia y la igualdad, pero a la luz de esta entusiasta certeza, vamos a tirar este comercial que blandamente sugiere que las personas gay tal vez son humanos como tú”.
El Nuevo Ateo, en este momento, sólo se tapa la cara con la mano incrédulo y se aleja de estos oportunistas e ingenuos y acomodados defensores de la igualdad.
No puedo más que pedir sino un ensordecedor aplauso y una ovación para PZ Myers.