Nada. Para algunos de nosotros eso era más que obvio, pero por si todavía quedara alguien con ansias de evidencia, aquí está.
El lunes, el grupo terrorista Farc cumplió 47 años y por la ocasión, sus cabecillas mandaron este hipócrita mensaje:
Jamás hemos renunciado a la solución política del conflicto social y armado que la oligarquía colombiana profundiza en cada ciclo de gobierno
Son tan congruentes que ni siquiera esperaron un día para proseguir con su actuar más allá de lo criminal, que les ha ganado un podio entre la escoria de la humanidad, al lado de los nazis y los líderes religiosos.
Primero asesinaron a dos candidatos a la alcaldía de Campamento, Antioquia:
Guillermo Roldán Correa, del Partido Conservador, y Donay de Jesús Correa Londoño, de la Unidad Nacional (Partido de la U), fueron asesinados por guerrilleros de las Farc, según señaló la secretaria de Gobierno de Campamento, Catalina Lopera. Tanto Roldán como Correa buscaban el favor del electorado para ocupar la alcaldía de Campamento, en el departamento de Antioquia.
Como su sed de sangre no estaba completamente saciada, decidieron emboscar y matar a sangre fría a unos militares:
Un cabo y dos soldados murieron tras una emboscada de las FARC a una patrulla del Ejército en una zona rural del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, se informó.
Por eso es que no hay que creer nada de lo que salga de la boca de ellos; no entienden de civilización ni de civilidad. Son la antítesis de la civilización. Basta con echar un vistazo a su feudal organización, machista, totalitaria y represiva.
Sería más fácil dialogar con simios y ponerse de acuerdo con ellos.
