Cualquiera -que se crea lo de de las 72 vírgenes– pensaría que Osama Bin Laden, sería el más obvio ganador del cielo islámico.
Osama bin Laden guardaba una extensa colección de pornografía en el complejo en el que fue murió durante un operativo de militares estadounidenses, informó hoy la cadena CNN, citando una fuente familiarizada con los materiales incautados.
El material, descrito como “sexualmente explícito”, se encontraba entre los discos, cintas de vídeo y archivos informáticos hallados en la residencia del líder de Al Qaeda, indicó la fuente.
Después de todo, ese fakir impresentable era como cualquier otro líder religioso: hipócrita, inescrupuloso que no está dispuesto a seguir los preceptos que le impone a sus esbirros ni a ser coherente ni congruente consigo mismo.