Considero que la violación y el abuso sexual son de los crímenes más atroces y no tienen justificación. Precisamente por esa razón el Estado debe tomárselos en serio.
Sin embargo, a la robespierina senadora Gilma Jiménez, eso parece traerle sin cuidado.
Jiménez ha hecho su carrera política predando del dolor de las víctimas de la violación y del temor de las improbables potenciales víctimas y de sus familiares.
Y Garavito es un tema que le ha supuesto muchos réditos electorales:
Según Jiménez, aunque Garavito fue condenado a una pena de 40 años, al haber colaborado con información que permitió la ubicación de cadáveres de algunas de sus víctimas, la pena quedó en 24 años, y si a eso se suman las rebajas que se dan por estudiar, la pena disminuiría tanto que hasta se le podría conceder libertad condicional”, señala la senadora Gilma Jiménez, quien en próximas horas hará un pronunciamiento público en el que revelará lo que ha encontrado en la indagación sobre este caso.
“Estamos muy cerca de que él salga. Podría ser dentro de 48 meses y 72 meses. Es imposible saber exactamente cuándo, porque si él sigue estudiando, entre más días pasen, menor será su pena”, dice Jiménez.
Eso es lo que pasa cuando se anteponen la ira y la venganza a las leyes preestablecidas: si Garavito hubiera ido a un centro de reclusión mental -algo que a personas como Jiménez les parecía inconcebible y demasiado suave-, nunca habría tenido rebajas de pena por colaborar con la justicia ni por estudiar -que no debería ser considerado beneficio carcelario y debería ser obligatorio-.
La senadora espera generar una reflexión que permita que “las autoridades, en este caso, se pongan de acuerdo y haya justicia”, aseguró.
La única forma de hacer justicia es siguiendo las leyes en vez de saltárselas porque no gusten. ¿Es justicia seguir encerrando a un delincuente después de que ha cumplido la pena que le ha impuesto un juez de la República dentro del mandato legal que establece el Código Penal? ¿O es Estado Totalitario?
Además pidió a la Fiscalía que adelante la identificación de 76 menores N.N. que pudieron ser víctimas de Garavito y por las que se podrían iniciar nuevos procesos en su contra.
¿Es justicia culpar y responsabilizar a una sola persona por un delito que es muy probable que cometan varias? ¿No es eso más bien una forma de evitar que se investigue a los ‘colegas‘ de Garavito?