En más de una oportunidad he expresado lo poco confiables que considero los medios de información alternativos.
The Huffington Post no es una excepción. En lo que a mí respecta tampoco cuenta con una buena imagen.
¿Por qué? Por lo mismo que ya han dicho Bill Lasarow y Simon Owens: su decidida postura anticientífica que promueve la divulgación de pseudomedicina, la peligrosa mentira antivacunas, la homeopatía… Es que hasta Deepak Chopra tiene blog en el HuffPo. Por si fuera poco, en el HuffPo han censurado contenido de los bloggers científicos que critican esos devaneos anticientíficos que tanto tráfico new age les ha de generar.
Pues bien, al parecer esa moda ha llegado a Colombia.
Así es. No siendo suficiente con La Silla Vacía, un portal de noticias alternativo -que, cómo no, ha cometido sus errores como afirmar la muerte de Alfonso Cano– ahora estrena una página hermana: Cien Maneras.Pues entré a la recién inaugurada página, colección de blogs y me llevé una ingrata sorpresa.
Resulta que el primer blog que alimenta el portal es algo llamado Vida Verde, que en palabras de su autor, un tal Rodrigo Restrepo,
no es sólo ecología. Es vida, o mejor: un estilo de vida. Una forma de vivir integrada y consciente, sana e inteligente. ¿Cómo caminar por un planeta que no aguanta más? ¿Cómo manejar un sistema nervioso al borde de sus límites? ¿Cómo mantener una vida equilibrada, plena y en paz? ¿Qué podemos hacer como individuos en medio de estos tiempos intensos, confusos y apremiantes? Este es un espacio para hablar de sostenibilidad, de yoga, de viajes ecológicos, de la psique, de tecnologías alternativas, de meditación, de nuevos paradigmas… Todo lo que nos pueda conducir a un salto en la manera de percibir el mundo y actuar en consecuencia.
Se me activa la suspicacia cada vez que alguien habla de “nuevos paradigmas”. Además, poner esas dos palabras en la misma frase junto con “yoga” y “meditación” me resulta anodino. Yo sé que nada bueno puede salir de esa mezcla.
Así que veo su primer artículo, sobre una Semana santa yóguica a ver qué tal:
A media mañana y tras la siesta del desayuno –claro, a fin de cuentas son vacaciones– se ofrece la clase central: una práctica de Kundalini yoga con música en vivo. En la tarde –después del almuerzo y la obligada siesta de la tarde– se puede elegir de una variada carta de opciones: Vinyasa Yoga, Dharma Mittra Yoga, Sivananda Yoga, Prana Yoga, Chakra Flow Yoga, Hatha Raja Yoga, Iyengar Yoga, masaje terapéutico, biodanza, tambor-terapia, calendario maya de las 13 lunas, taller para mujeres, conciencia de posturas, camino rojo, Sabiduría Arhuaca… Para todas las faunas y todos los gustos. Al final de la tarde habrá cada día una meditación colectiva.
Wow. Algunos de esos tipos de yoga ya han desfilado por este blog. Es impresionante que haya tantos tipos y aunque estoy dispuesto a concederles el beneficio de la duda a aquellos de los que no he oído, presiento que en todo caso saldrán con disparates del tipo “espiritual” o algo que tenga que ver con la energía.
Pero el día no ha acabado. Veamos sus demás planes:
En las noches, tras una cena sencilla y liviana, se abre el mercadillo, un espacio para vender, comprar y trocar productos artesanales. Además, cada noche se celebrará un temazcal, un sauna de hierbas aromáticas originario de las culturas indígenas de México y Centroamérica, construido sobre la tierra desnuda con una función relajante, terapéutica y espiritual.
¡Ja! Sabía que esto no iba a atracar en buen puerto. Además de ser relajante, terapéutico y “espiritual”, los temazcales son peligrosos. Y precisamente lo que los convierte en un riesgo para la salud humana es su dimensión espiritual, como lo pone de manifiesto la muerte de tres personas durante un temazcal organizado por James Arthur Ray, que tenía un costo de U$ 10 mil dólares por persona.
Otras víctimas de esta especie de insalubre sauna han sido campesinos y mujeres que acaban de tener hijos.
Finalmente vienen los precios:
7 días, 6 noches: $735.000. Todo Incluído
4 días, 3 noches: $430.000. Todo Incluído
Descuento 15% para parejas de esposos y estudiantes.
Descuento 30% para niños de 2 a 13 años.
Menores de 2 años no pagan.
Sin contar el artículo sobre el restaurante Quinua y Amaranto (nada sobre dioses, la energía, la espiritualidad, tan sólo vegetarianismo, que no comparto pero que no es un atentado contra la ciencia y la Razón), el resto del blog es un completo disparate que le da rienda suelta a la anticiencia y al pensamiento mágico. Por eso dejé lo mejor (¿peor?) para el final:
2012 o el arquetipo del Apocalipsis, a propósito de la paranoia por el fin del mundo. ¡¡Parte 1 y Parte 2!!
Mi hipótesis es: el apocalipsis es un estado psíquico que estamos constelando a nivel colectivo y el cual debemos procesar e integrar para lograr vivirlo de una manera madura.
Los gringos tienen una expresión para referirse al gesto de mi cara en este momento: WTF?!?
Pero aún hay más:
Dos velas, dos torres en llamas
El libro del Apocalipsis, en el capítulo 11, habla de “dos testigos… vestidos de cilicio… dos candeleros que están en pie delante del Dios de la Tierra”. Dice que estos dos testigos, estas dos velas, serán destruidas “y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad”. Después de los ataques del 11 de septiembre, en un acto de homenaje a las víctimas de los ataques, un grupo de niños neoyorkinos fue invitado a crear obras de arte para ser expuestas alrededor de la ciudad. Curiosamente, en muchas de las pinturas de los niños, las torres gemelas fueron representadas como dos velas.
Esto ya es conspiranoia de alto nivel. Además, ¿quién se toma la Biblia en serio?
“A cinco y cuarenta grados el cielo arderá, fuego acercándose a la gran ciudad nueva, al instante gran llama esparcida saltará…”, aseveraNostradamus en su famosa Centuria número 6. Hace poco vi un documental en History Channel acerca de un supuesto libro de César, hijo de Nostradamus. Lo llaman El libro perdido por su origen incierto y está compuesto de80 acuarelas de tinte profético. Una de ellas, casualmente, es una torre en llamas. Y claro, no hay que olvidar que uno de los arcanos mayores del Tarot de Marsella es, justamente, una torre incendiada de cuyas ventanas caen personas como hojas al viento.
Ya decía yo que empezaba a echar en falta la palabra Nostradamus. Primero: la televisión no está hecha para enseñar sino para entretener y si las masas piden ser entretenidas con supuestas profecías que desafían el más mínimo sentido común, eso es lo que van a pasar por televisión. Nada más y nada menos. History Channel deja mucho que desear a la hora de evaluar sus contenidos.
Segundo: eso no era un documental. Era un mockumentary, o falso documental, de los que abundan en History Channel.
Estas propuestas ya forman parte de la paranoia esquizoide:
¿Están estos signos unidos tan solo por una coincidencia? ¿Serán estas relaciones solo una invención de la mente paranoica?
Qué bien. Por fin algo de sentido común. Diga sí y termine el artículo. Oh-oh. Creo que me entusiasmé muy rápido:
Creo que no. A mi juicio, no cabe duda de que vivimos en el estado psicológico del fin de los tiempos: la hora de la profecía. Se lo ha llamado de muchas maneras: kali yuga, la transición a la era de acuario, el retorno de Quetzalcoatl, el fin de la quinta humanidad, la purificación planetaria… Y no hay que ser un clarividente para darse cuenta del estado de angustia colectiva que nos rodea.
Otra vez: WTF?!?
Gracias a Jung sabemos que los arquetipos son fuerzas psíquicas muy poderosas que anidan en lo profundo del inconsciente colectivo, fuerzas que a una cierta altura se constelan, es decir, se manifiestan en nuestra personalidad y nos “poseen”. La madre, el loco o el maestro son algunos de los más típicos entre nosotros, aunque también circulan otros más sutiles: la víctima, el viejo, el donjuán, entre otros.
Cuando un arquetipo se manifiesta se hace muy real. Ese es el problema de los gurús, los mesías o los hombres Rambo. Y ese era el problema de Hittler y Napoleón: ellos estaban totalmente identificados con el arquetipo del Rey Salvador.
Ahh, sí, claro. Aquello de acabar con las razas inferiores, de Hitler (a propósito, es con una sola “T”) era una cuestión del Rey Salvador.
Creo que todos sabemos muy bien que el mundo, tal como lo conocemos, no será el mismo por mucho más tiempo. No hay que tener dos dedos de frente para entender que esta delicada red a la que llamamos planeta Tierra está dando unas buenas convulsiones y que en menos tiempo del que creemos tendrá una cara bien distinta de la actual.
Yo no lo sabía. Y ¿cuál es su fuente de información? ¿con qué datos concretos cuenta para hacer esas peregrinas afirmaciones?
Generalmente hay dos posiciones ante esta información. Unos –fríos y racionales– deciden hacerse los de las gafas y no ver el problema, descartando de manera cínica, con cifras en mano, toda la evidencia obvia.
Si es tan obvia esa evidencia, ¿le importaría enumerar/listar unos veinte casos que correspondan con esa evidencia obvia?
He de recordar que en muchas ocasiones la ciencia ha llegado a conclusiones y hallazgos que serían contraintuitivos y por tanto lo obvio es superado por la evidencia fáctica, las cifras que tanto molestan al autor de esta oda freudiana a la conspiranoia.
Resulta triste y desesperanzador que este nuevo proyecto informativo empiece tan mal. Van siguiendo los pasos del Huffington Post.