Resulta que Cali también va extralimitar a su fuerza pública en pro de las celebraciones católicas de la Pascua:
La secretaria de Gobierno de Cali, Eliana Salamanca, dijo que por Decreto Municipal se prohibió el consumo y/o ingesta de bebidas embriagantes y sustancias sicotóxicas y/o alucinógenas en la vía pública durante el recorrido y trayecto de las peregrinaciones. Lo mismo aplica para el expendio de bebidas embriagantes en un radio de 200 metros alrededor del recorrido.
Por ley los ciudadanos no podemos consumir alcohol ni drogas en la calle. Hasta ahí no hay problema. ¿Pero la venta de licor en los 200 metros de radio alrededor del recorrido?
Eso no es función de las autoridades distritales ni de la policía. ¿Tienen que movilizarse doscientos metros los caleños que no se creen la superstición católica y se encuentran al borde de la procesión, para poderse tomar una refrescante cerveza?
A ver con qué otras sandeces salen los ilustres servidores públicos de Colombia, la Banana Republic, en esta semana.