Pues no. En México, parece que les da lo mismo promover la ignorancia o el conocimiento. Mientras genere ingresos qué más da. Por eso el gobierno de ese país ha decidido lucrarse de la ignorancia y aprovechar el filón de las “profecías mayas”:
El gobierno mexicano aprovechará el fin del calendario maya en 2012, considerado por algunas personas como un pronóstico del fin del mundo, para atraer turistas ese año al país, informó la secretaria de Turismo de México, Gloria Guevara.
El periódico lo dice muy bien. Es el fin del calendario maya. ¿Qué significa eso? Nada. Que los mayas hicieron sus cálculos hasta el año entrante y se cansaron. Es como si alguien empezara a hacer un calendario de aquí hasta el 2050 y cuando fuera por el mes de julio del 2030, dejara de hacerlo. Pues su calendario se termina. Punto. Pero el mundo, el tiempo y todas las cosas normales, comunes y corrientes, siguen.
“Hay mucho interés, más de tres millones de portales del mundo están hablando de qué va a pasar en 2012”, manifestó la funcionaria mexicana, que ofreció una charla sobre las ventajas competitivas de México en turismo frente a otros países.
“El 21 de diciembre de 2012 márquelo en su calendario, es importante estar en México en ese día”, apuntó secretaria.
“Vamos a llevar a cabo una cantidad importante de actividades para dar a conocer de forma retroactiva todo lo que viene con el mundo maya”, sostuvo la funcionaria.
¿Tres millones de portales? Es una cantidad impresionante de desocupados averiguando por algo que no existe. ¡Deberían empezar una religión!
… Guevara insistió en que el objetivo de México es ubicarse como la quinta potencia turística mundial en 2018, para lo cual el país deberá pasar de los 22.4 millones de turistas que recibe actualmente a unos 50 millones de visitantes.
Está muy bien que persigan posicionarse como primera potencia turística, si así lo quieren. Lo que no comparto es que en el proceso ayuden con el esparcimiento de mitos como si fueran verdades y que le den vía libre al pensamiento mágico por el hecho de ser una fuente de ingresos.
¿Qué diferencia hay entre que una persona se gane la vida diciendo mentiras (sea un médico homeópata, un psicoanalista, un aromaterapeuta o un practicante de ReiKi) y que un gobierno lo haga?
Lo primero es una estafa y como tal debe ser sancionada por el código penal. Lo segundo es el indicador de hasta dónde está dispuesto a llegar un gobierno por conseguir fondos, sin importar nada más. El fin justifica los medios.