Esta vez sí que la sacaron del estadio.
Se trata del reportaje sobre la niña que sobrevivió al terremoto de Haití hace más de un año, Darlene Etienne.El título del artículo es “Niña del milagro está bien un año después del terremoto de Haití“.
Existe el riesgo de que yo no entienda lo que es un milagro, pero considero que es algo exagerado llamar milagro a la supervivencia de una sola niña a una catástrofe que dejó cerca de 217000 muertos. ¿Qué fueron los demás? ¿Daños colaterales del poder de dios?
Para completar, la madre de la niña está en la misma sintonía que la casa editorial colombiana:
Su madre, Kerline Dorcant, agradeció a Dios el que su hija haya sobrevivido y espera que la niña pueda de algún modo labrarse un futuro en el extranjero, donde hay muchas más oportunidades que las que ofrece este pueblo rural de Haití.
“Estoy muy contenta, pero quiero que se vaya a otro país porque aquí no hay nada”, manifestó. “Lo único que tiene aquí es la escuela. No quiero que se quede aquí”.
De todos modos, la madre se siente feliz de ver a su hija viva. “Vi morir mucha gente. Me siento dichosa de que ella haya sobrevivido y le agradezco a Dios”, insistió.
¿Dónde estaba dios cuando morían los demás? ¿No se supone que está en todas partes?