En Toronto, Christopher Hitchens le ganó un debate a Tony Blair (sí, el ex primer ministro británico) acerca de si la religión es una fuerza de bien para el mundo. La conclusión: No.
La apalizada fue aderezada apuntes que hacen alusión a qué tan bueno puede ser
adorar a una deidad que toma partido en las guerras y los asuntos humanos, que recurre a nuestro miedo y nuestra culpa
y con las preguntas acerca de si
aterrorizar a los niños con la imagen del infierno… considerar a las mujeres una creación inferior. ¿Eso es bueno para el mundo?
Al final del debate, el público le dio la razón a Hitchens (quien había contado desde el principio con un 57% de simpatizantes).