Uno de los triunfos de las sociedades modernas es que alcanzaron a instituir organizaciones internacionales que velaran por los derechos humanos.
Con el avance del multiculturalismo y su sistemática destrucción de los valores ilustrados, esas organizaciones se han acogido al dogma de que los derechos de las personas no son universales sino que dependen de en dónde nazcan y en qué cultura. Como lo explica Maryam Namazie, Human Rights Watch también ha sido desvirtuado en este proceso y ahora son una organización repugnante:
Kenneth Roth el director de Human Rights Watch dice en el informe anual del grupo que los levantamientos de la Primavera Árabe del año pasado en toda la región han demostrado que es vital para Occidente poner fin a su política de apoyar a ‘una gran variedad de autócratas árabes’ a cambio de apoyar los intereses occidentales. Hasta ahí, bien.
Pero entonces, la organización y Roth caen en la misma vieja aflicción de la izquierda post-modernista, que es que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Por lo tanto, de acuerdo con esta triste pieza de la lógica (o falta de ella), si los islamistas reemplazan a los malos autócratas, entonces deben ser buenos. ¿En serio?
Él dice: “La comunidad internacional debe… llegar a un acuerdo con el islam político cuando representa una preferencia de la mayoría”, dijo. “Los partidos islámicos son genuinamente populares en gran parte del mundo árabe, en parte porque muchos árabes han llegado a ver al islam político como la antítesis de un gobierno autocrático”.
No estoy de acuerdo. Incluso si la mayoría prefiere algo, no significa que necesariamente sea algo bueno y correcto, ni tampoco significa que la nueva opción es la “antítesis de un gobierno autocrático”. El islamismo también es autocrático y en muchos lugares con el apoyo de Occidente.
Y la realidad es muy diferente. Una mayoría no apoya el islamismo a menos que creas que a la gente le gusta tener sus derechos y libertades limitados y que son seres humanos diferentes de los que están sentados en las lujosas oficinas de Human Rights Watch.
No es ciencia de cohetes entender que después de un gobierno autocrático y la represión de la disidencia y la prohibición de los partidos políticos, es imposible que las fuerzas seculares y los que representan el verdadero espíritu de la ‘Primavera Árabe’ se organicen y ganen las ‘elecciones’. Que la sociedad civil se levante de nuevo y tenga una presencia real y visible toma tiempo. También para que las elecciones tengan sentido -incluso en el limitado sentido parlamentario- es necesario tener libertad de asociación, de prensa y expresión y así sucesivamente. Si tienes derecho a “elecciones” después de una dictadura, y a pesar de la gente (como en Egipto), exigiendo que se retrasen, se crea una situación en la que los islamistas llegan al poder debido a su nivel de organización, su acceso al poder y el apoyo que disfrutan de las fuerzas reaccionarias y los estados de la región y de otros lugares.
Roth dice: “Dondequiera que surjan gobiernos inspirados en el islam, la comunidad internacional debe centrarse en fomentar, y si es necesario presionarlos, para que respeten los derechos fundamentales – tal como se espera que hagan los partidos y gobiernos de Europa etiquetados como cristianos”. Suena bien, pero los partidos y gobiernos de Europa etiquetados como cristianos no están llamando a una inquisición y el derecho canónico. Lo he dicho muchas veces, pero no se pueden comparar los dos. No porque el cristianismo sea mejor, sino porque se le ha hecho retroceder como consecuencia de la ilustración, por lo que es posible tener partidos cristianos en las sociedades seculares. Lo mismo no se puede decir sobre el islam. Los partidos islámicos quieren traer la teocracia, la ley islámica y la barbarie; ellos quieren una inquisición islámica.
Nada de esto me sorprende, por supuesto. Human Rights Watch siempre ha sido un lambón del islamismo. Hizo todo lo posible para defender a los “reformistas” en Irán, mientras ellos seguían matando gente y lapidando personas hasta la muerte.
Pero ¿no es un poco vergonzoso para una organización de derechos humanos el defender el islamismo y reducir su petición a “fomentar, y si es necesario presionarlos para que respeten los derechos fundamentales”?. Ahh, el racismo de menores expectativas.
Sí, los subhumanos en el Medio Oriente y África del Norte no merecen los mismos derechos y libertades, ¿o sí, Human Rights Watch?
Es una pena (al menos para ellos) que Press TV haya perdido su licencia ya que Roth encajaría a la perfección con Galloway y Booth en la defensa del islamismo a toda costa – en particular los costos humanos…
Qué vergonzoso.
Realmente, del multiculturalismo no se puede esperar nada diferente al racismo y la discriminación.